jueves, 28 de marzo de 2019

Alimentar el alma
sobre “De ilusiones se vive” de Paula Marrón
por Gastón Czmuch


Muchas veces la vida nos lleva puestos. El trajín diario y la rutina nos alienan, nos mecanizan. Nos hacen olvidar que esos momentos de felicidad que no procuramos se nos escapan. John Lennon inmortalizó la frase: “La vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes”. Esta contundente reflexión nos lleva a pensar en que vivimos más preocupados por otras cosas (mayoritariamente del futuro que no podemos manejar) en vez de estar presentes en este aquí y ahora que nos toca, en disfrutar de esto y en ver cómo hacemos para cumplir nuestros sueños… En vez de ver todo lo que no tenemos. Entonces, aparece. Aparece una luz, esa luz de la esperanza que nos ilumina… O nos devuelve la imagen de tal cual somos. Un nuevo objetivo nos da fuerzas y nos ayuda a tolerar la monotonía que antes ya no soportábamos.



De ilusiones se vive es la historia de Chela, una señora de edad avanzada que está internada en un hospital. Está sola y espera. Pero también es la historia de Armando, un joven humilde, que la visita con regularidad. No queda claro cuál es el vínculo que los une, pero tampoco importa. Se acompañan. Chela reclama libros, un termo. Pero también espera atención y cariño. “¿Por qué nos cuesta tanto dormir cuando estamos solos?” Chela pregunta. Y allí se abren, con esta, más preguntas que indagan este vínculo, que indagan más allá de ellos también. Y luego, la carta: una invitación de la Municipalidad de 9 de Julio para bailar en una fiesta municipal. Como figura destacada de la cultura, Chela es invitada a engalanar la ceremonia; y esta le pide a Armando que la acompañe en esta travesía.


En palabras de la propia autora “Cuando terminé de escribir De ilusiones se vive alguien me preguntó por qué había escrito una obra sobre la muerte. Siempre me quedó resonando esa pregunta. En realidad, escribí sobre la vida, pero lo hice desde el fin, desde el final de una vida que no quiere dejar de ser.  De ilusiones... trata de deseos, pasiones y sueños. Una historia de vínculos y de esos vínculos que no se pueden encerrar en palabras, sino que simplemente son.”

El trabajo de los actores es consistente a lo largo de la pieza, y sostienen entre tangos a capella y risas, la ternura de este vínculo. Se destacan el diseño espacial (a cargo de José Escobar) y el diseño de luces (a cargo de Ricardo Sica) que enmarcan los diferentes climas por los que atraviesa la obra.

La obra está los domingos a las 20:00 en El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960 – Capital Federal)


Ficha técnica:
Dramaturgia: Paula Marrón
Actúan: María De Cousandier, Fausto Guerra
Diseño de vestuario: Julia Moretti
Diseño de espacio: José Escobar
Diseño de luces: Ricardo Sica
Fotografía: Paula Marrón
Diseño gráfico: Leandro Torres
Asistencia de dirección: Jimena Palma
Prensa: Correydile Prensa
Producción ejecutiva: Paula Marrón

Dirección: Paula Marrón

martes, 26 de marzo de 2019

El peso de la amistad
sobre “Bañarse” de Laura Fernández
por Gastón Czmuch

Se dice que la amistad todo lo soporta, por eso se transforma en la familia que uno elige. Esos lazos hacen que se pueda resistir, por ese otro, momentos de mucho dolor.




Un grupo de cinco amigas y un pacto: se reúnen en un lugar alejado para acompañar la agonía de una de ellas. Estando allí, hasta queman sus cosas. Se borra todo. Fue su pedido. Y todas estuvieron de acuerdo. Esa espera se vuelve cómica, se vuelve trágica, se vuelve filosófica, se vuelve trascendental. Y entre canciones de Shakira y George Harrison, frutas y mentiras piadosas va pasando el tiempo, aunque no importe ya cuanto tiempo. Caminamos todos hacia ese final. El agua como elemento purificador nos ronda, en esa tormenta inventada (como necesidad existencial) hasta en esa canilla que se oye o la ducha de la propia agonizante, para acercarse limpia a la muerte.


El texto de Laura Fernández es un hallazgo, ya que presenta una potencia en lo vincular que es arrolladora. Y sumado a su propia dirección y puesta en escena, hacen de este texto una propuesta contundente. Lo simple y minimalista son los rasgos que se destacan: no hace falta decir mucho para decir mucho.


El trabajo de las cinco actrices es sólido, picante, preciso. Son las encargadas de llevarnos a este viaje que, como esos personajes, a veces no queremos que continúe. Tanto la escenografía de Cecilia Zuvialde, el vestuario de Lara Sol Gaudini, como el diseño de luces de Estefanía Pietrkowski son precisos: colaboran en todo sentido con la idea de poner en el centro esta historia. Lo mismo sucede con el diseño espacial, que toma la geografía del propio Vera Vera y lo hace propio, lo que lleva a que el espectador se sienta espiando esta historia y pueda hasta sentirse parte.


En su segunda temporada, las funciones son los sábados a las 12 del mediodía en Vera Vera Teatro (Vera 108 – Capital Federal)


Ficha técnica:
Actrices: Mercedes Ferrería (Ana), Maite Mosquera (Clara), Larisa Novelli (Nuria), Daniela Salerno (Inés), Andrea Varchavsky (Lorena)
Diseño de Escenografía: Cecilia Zuvialde
Diseño de Luces: Estefanía Pietrkowski
Diseño de Vestuario: Lara Sol Gaudini
Diseño Gráfico: Paloma Da Costa
Fotografía: Selene Scarpiello
Prensa: Correydile
Asistente de Dirección: Bárbara Bonfil
Dramaturgia y Dirección: Laura Fernández
Duración del espectáculo: 50 minutos
Fan Page: Bañarse

Twitter / Instagram: @baniarse