Infamias
de clase
Sobre
“Trastorno” un culebrón metafísico de Pompeyo Audivert
Por
Vivi Montes
Pompeyo
Audivert vuelve a releer a uno de los grandes de la escritura teatral
rioplatense revelando la vigencia de su pluma. Luego de las versiones de Muñeca (Discépolo) y El desierto entra en la ciudad (Arlt) se
presenta Trastorno, versión libre de El
pasado de Florencio Sánchez. La descripción de la puesta actual no podría
condensar mejor su visión de mundo: culebrón
metafísico. Como buen culebrón Trastorno nos atrapa en una de esas
historias que aunque predecibles no permiten alejar la mirada. La historia se
construye en torno a una familia aristocrática envuelta en un ambiente sórdido
en el que se pueden vislumbrar rastros de un pasado silenciado que esconde
secretos aciagos. De pronto uno de los hijos demanda respuestas certeras y no
se detendrá hasta llegar a la revelación de su auténtico origen y la asunción
de su trágica identidad.
La lúcida
relectura del texto plantea muy bien la reactualización de la cuestión de clase
en términos de la construcción de una fachada entre quienes verdaderamente son
y quienes pretenden ser; entre un adentro donde las mentiras se sostienen a
cualquier costo y un afuera amenazante que se cuela por todas las rendijas que
puede más una infundada creencia de superioridad que los lleva a pararse sobre
(es decir pisotear) la debilidad mental
del resto de la sociedad. La puesta teatral, codirigida con Andrés Mangone
cuenta, además, con algunos elementos que terminan de completar un trabajo extraordinario.
Las actuaciones destacan en un registro que va desde el exceso hasta un
realismo enrarecido que devela constantemente la construcción de personajes más
preocupados por la imagen de sí mismos que por su verdadera humanidad. Un
espejo los duplica (por momentos también al público) y tiene un papel clave
hacia el desenlace de la pieza al convertirse en el sitio en el que sucede lo
real, para esta familia allí se vive y allí se muere. Finalmente, la
iluminación y la inclusión musical en vivo se integran aportando visualidad y
sonoridad a un cruce de lenguajes que se complementan metaforizando los significados.
Trastorno: Cambio o alteración que se produce
en la esencia o las características permanentes que conforman una cosa, una
situación, o en el desarrollo normal de un proceso (Diccionario español). Ante el
orden familiar subvertido por la emergencia irrefrenable de las verdades
soterradas pululan en escena los espectros, por un rato, hasta que el silencio
y las mentiras vuelvan a encerrarse, se reinstaure el orden y continúe la vida
en una (tan solo) aparente absoluta normalidad.
Ficha artístico técnica:
Personajes
Rosario:
Pompeyo Audivert
Ernesto:
Juan Manuel Correa
José
Antonio: Pablo Diaz
Silvia:
Ivana Zacharski
Mameca:
Fernando Khabie
Titi:
Julieta Carrera
Arce:
Fernando Naval
Música:
Claudio Peña
Iluminación:
Leandra Rodríguez
Escenografía:
Pompeyo Audivert / Lucia Rabey
Vestuario:
Julio Suarez
Prensa:
Daniel Franco
Dirección:Pompeyo
Audivert / Andrés Mangone
Funciones:
Viernes y sábados 20hs
Centro
Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543 – CABA) – Sala Solidaridad
Fb:
teatrotrastorno
IG:
@teatrotrastorno
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