Danza con la muerte.
Sobre El Porvenir
de Eleonora Comelli
Por Valeria Arévalos
Teatro, danza y música
combinados. Además de lo escénico, ¿qué tienen en común estos lenguajes? Será
lo inmaterial y evanescente del hecho, quizás. Será su relación con la muerte,
también puede ser. El teatro y la danza, principalmente, se diferencian de
otras artes por su condición vivencial, el artista puede morir en escena. Así,
muy simple, frente a nuestros ojos. Cada representación es única e irrepetible,
es huella de un hecho que nos invita a ser testigxs. Así como el porvenir, el
futuro es la muerte y es lo único de lo que podemos tener certeza.
En este caso, El Porvenir,
es una invocación a los vericuetos del destino. Una mujer presagia su muerte,
la evoca, intenta evitarla, ensaya una y otra vez un accidente hasta que en el
error de la repetición la tragedia se vaya distanciando y encuentre la forma de
escapar.
Comelli tiene un bagaje temático
que la acompaña a lo largo de su carrera: la muerte, el destino, el azar, la
rutina, las relaciones… Es así como ya en Domingo, su opera prima, o en Qué
azul es ese mar (ver reseña de Jazmín Cañete sobre "Que azul es ese mar" en http://lamironaartistica.blogspot.com/2016_11_05_archive.html y la de Vivi Montes sobre "El hombre que perdió su sombra" en http://lamironaartistica.blogspot.com/2019/06/todos-somos-luz-y-somos-sombra-el.html) vemos elementos que funcionarán como marcas autorales. En El Porvenir, la amenaza de la muerte
funciona como disparador de la acción. La obra se divide en tres cuentos
coreográficos: El presagio, La elegida y La posibilidad. En los tres, la mujer
consciente de su destino atraviesa distintos escenarios poco prometedores pero
cargados de esperanza, la esperanza del amor, del error, de la vida.
Nada está escrito y es por ello
que cada escena se despliega, se arma y desarma bajo unas notas disruptivas y a
la vez hipnóticas de la mano de Zypce, gran-gran-gran creador de universos
sonoros en escena. María Merlino será la actriz encargada de darle voz a esa
mujer que espera y desespera. Pero no cualquier voz, sus modos se camuflan, se hunden
en el océano, emergen y viajan en tren, no es una voz tranquilizadora que arrulla
con su decir, es una voz que evoca palabras sentidas e incómodas, palabras que
buscan desandar el camino de la muerte.
Mención aparte para el capítulo
II La elegida, no sólo por la impecable destreza y pregnancia escénica
de Lucía Bargados y Matías de Cruz, sino por el dispositivo escénico que
alcanza su expresión más poética en una franca comunión entre cine, teatro y danza.
Un vagón de tren, un afuera que se escabulle, el movimiento que pasa del
romance al horror, una misma escena que muta, un final evitable.
Ficha técnico
artística
Intérpretes: Constanza Agüero, Brenda Arana, Adriel Ballatore Crosa, Lucía Bargados, Melisa Buchelli, Darío Calabi, Carolina Capriati, Matías Coria, Matías de Cruz, Flavia Dilorenzo, Lautaro Dolz, Rodrigo Etelechea, Fiorella Federico, Paula Ferraris, Darcio Gonçalez, Jonás Grassi, Daniela Lopez, David Millan, Alexis Mirenda, Andres Ortiz, Benjamín Parada, Boris Pereyra, Silvina Pérez, Emiliano Pialvarez, Eliana Picallo, Andrea Pollini, María Eva Prediger, Michael Requena, Rubén Rodríguez, Sol Rourich, Damian Saban, Ivana Santaella, Agostina Scarafia, Manuela Suarez Poch
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