Tener o no tener… esa es la cuestión (o así
lo parece)
Sobre “El cuadro” de Eugène Ionesco
Dirección: Gastón Zambón
Por Vivi Montes
El
teatro del absurdo, del que Eugène Ionesco es un ineludible exponente, vino a
decirnos allí por los años pos segunda guerra mundial que el mundo había
perdido todo sentido posible, que ya no podríamos apelar más que a –como bien indica el programa de mano de
la obra dirigida por Zambón- la
incongruencia entre el pensamiento y los hechos, así como la incoherencia entre
las ideologías y los actos.
Y puede
decirse que, en esta puesta de El cuadro todo funciona en ese sentido (o
en ese no sentido necesario). Desde la apertura de la función, con esa imagen
congelada y el repentino comienzo de la pieza hasta el final (que se hace
esperar bastante desde que comienza la segunda parte de la obra) todo construye un
vaivén de situaciones disparatadas y de juegos de lenguaje que desembocan en un nada es lo que parece o en un todo puede ser aquello a lo que no se parece. Y en el
medio un conjunto de aciertos como el músico enjaulado, el artista alienado por
la necesidad económica y todo un conjunto de interrogantes precisos sobre las
relaciones humanas, sobre el rol del arte en la sociedad y sobre el
inquebrantable vínculo capitalista entre el ser y tener.
Entre buenas
actuaciones, una atractiva escenografía, efectos sonoros y lumínicos que
imprimen dramatismo y un texto trabajado correctamente, sucede El cuadro en ese mundo que alguna vez
estalló en mil millones de pedazos y del que quizás todavía no hemos logrado
reunir todas sus partes.
Ficha artístico-técnica:
Actúan: Patricio Muñoz, Pablo Kusnetzoff, Nicolás
Verdier, Yili Di Lauro
Diseño de iluminación: David Seldes
Asistencia de iluminación: Facundo David
Vestuario: Alicia Boffi
Escenografía: Gastón Zambón, Mariana Lezama y
Javier Ruiz
Diseño de movimiento: Omar Saravia
Diesño gráfico: Pablo Kusnetzoff
Dirección Gastón Zambón