jueves, 8 de febrero de 2018

El tiempo y su circularidad. Sobre “Dulce pájaro de juventud”

El tiempo y su circularidad
Sobre “Dulce pájaro de juventud”


Por Jaqueline Ramírez


El imponente Centro Cultural 25 de Mayo (Triunvirato 4444) arrancó la temporada teatral con Dulce pájaro de juventud. Se trata de una obra de teatro escrito por el dramaturgo Tennessee Williams, y está dirigida por Oscar Barney Finn.

La pieza cuenta una historia que se desarrolla en el sur de los Estados Unidos, concretamente en Mississippi. El eje central es transmitir el fracaso y la pérdida del tiempo que implica la decadencia de las juventudes. A partir de eso, se vislumbra un trasfondo político y social pesado, que dicho sea de paso, no está lejos a lo que se vive por estos días.

La escenografía es difícil de resolver en este enorme escenario, por eso se optó en dividir los espacios: un espacio social contrapuesto a un espacio íntimo. En el espacio social los conflictos de todos los personajes salen a la luz, y en el espacio íntimo reina la soledad y decadencia. En este último yace Alexandra del Lago (fantástica interpretación de Beatriz Spelzini) en una cama rodeada de comodidades. La mujer es atormentada porque sabe que “dejó de ser joven”, pues, sus años de gloria han pasado y busca refugiarse en un hombre joven y apuesto al que le impone retos con la finalidad de conseguir sus objetivos nutriéndose de su juventud.

El hombre que la acompaña en su locura es Chance Wayne (a quién Sergio Surraco da vida con soltura a un antihéroe). Ellos están hundidos en una relación de necesidades, el uno necesita del otro para conseguir un poco de cordura en sus aburridas vidas, repletas de recuerdos y proyectos inconclusos que han sido manipulados por terceros. La mujer quiere recuperar su estrellato, el lugar al que pertenecía en la juventud, y Chance solo tiene en su cabeza al amor de Heavenly (sutil y emocionante interpretación de Malena Figo); como sinónimo en común tienen todo el entorno en contra. Sus deseos se mezclan con los egos personales que los conducirán al fracaso, aunque una llamada dará un poco de esperanza a la actriz.

A medida que avanza la obra, el espectador conocerá el oscuro pasado que envuelve a todos los personajes. El elenco repleto de hombres dan cuenta el poder del patriarcado, en ese entorno las mujeres son: víctimas, manipuladas, despreciadas. Asimismo, es importante mencionar que en la globalidad de la puesta son las actuaciones que presentan un excelente trabajo interpretativo, destacándose de principio a fin.

En líneas generales la escenografía y el vestuario son concretos y embellecen a la puesta, pero la música en vivo y el sonido ambiental está a un nivel superior que en algunas escenas importantes impide escuchar correctamente los parlamentos.

Entonces, la razón de esta puesta es el paso del tiempo que pasa y no vuelve pero deja marcas tanto en la cabeza como corporales que definen a las personas para el resto de sus vidas. Así, los protagonistas son el reflejo de eso, por más que luchen para cambiar sus destinos no podrán borrar lo vivido.

Ficha técnica
Elenco: Beatriz Spelzini, Sergio Surraco, Carlos Kaspar, Malena Figo, Victorio D'Alessandro, Pablo Mariuzzi, Maby Salerno, Pablo Flores Maini, Gastón Ares, Sebastian Dartayette / Pianista: Pablo Viotti / Música Original: Axel Kryeger / Letra canción original: Gonzalo Demaría / Diseño de escenografía: Daniel Feijoo / Diseño de vestuario: Mini Zuccheri / Colaboración en vestuario: Paula Molina / Diseño de iluminación: Claudio Del Bianco / Asistencia de iluminación: Facundo David / Diseño de peinados: Ricardo Fasán / Diseño de maquillaje: Elisa D'Agustini / Fotografía: Mili Morsella / Prensa: Walter Duche – Alejandro Zarate / Producción ejecutiva: Sol Vannelli, Verónica Dragui / Asistencia de dirección: Mauro J. Pérez / Lucía Cicchitti / Dirección y puesta en escena: Oscar Barney Finn.

Espacio
Centro Cultural 25 de mayo (Av. Triunvirato 4444, CABA) / Funciones: jueves a domingo 20:30hs.