La caricia tóxica
Sobre Letal de Paola Traczuk
Por Gabriela Pignataro
¿Que sería de
Caligari sin su gabinete, sin las sombras deformes, los ambientes extrañados,
la premonición residual que anticipa lo fatal? ¿Cómo reponer a Frankenstein sin
su pater noster positivista, cirujano
de las fallas que opera la monstruosidad para subyugar su libertad? Que sería
de nuestros fantasmas, sin un cuerpo que dispute el origen de su existencia.
En la historia
de la biología lo abyecto y lo deforme han sido temas centrales durante siglos,
impulsando grandes aparatos correctivos sobre lo material y lo moral. La
literatura ha recogido el guante y ha construido en torno a ello íconos
perdurables, de muertos y no-muertos/no-vivos más presentes en la memoria que
los que acusan el correr tibio de la sangre.
La tensión en la
frontera entre la vida y la after-life,
también se vuelve un problema político, cuando lo no-vivo y no por ello
decididamente muerto, conforma espectralidades densas que prefiguran
representaciones que tienen su peso en los imaginarios populares y en los
procesos políticos en ebullición o decadencia. Restos de los escombros de la
tragedia clásica, sobrevienen cada vez que un pueblo pide el cuerpo de su
líder. La imposibilidad de su exposición, en el mismo sentido de la palabra: exponer,
descubrir, revelar; desencadena lo fatal. Todos quieren enterrar sus muertos,
alguna vez.
En Letal se entraman con sordidez, lo
ominoso, lo político y lo deforme, tensados en una relación de dominación dónde
es el cuerpo ausente la catálisis de todo aquello.
En una atmósfera
de desastre social, la muerte del general en comando provoca agitación en las
calles. El pueblo quiere celebrar los cortejos funerarios, la espera tensa de
comprobar el deceso a ataúd abierto.
Rocco es un
tanatopractor, que ha sido encargado de preparar al difunto para su velorio.
Pero el cadáver desaparece, en una atmósfera turbia y confusa. Rocco sabe que
no es viable exponer la verdad. El general tiene que aparecer, sea cuál sea, el
cuerpo que se le otorgue.Es en esta destitución del soberano, que se provoca un
desplazamiento de poder: será Rocco, quien se convierte en un padre creador,
para el cuál Irving quien es su joven ayudante carente de lenguaje social, toma
el lugar de efebo en el cual se descarga un vínculo libidinal latente. La
fórmula del Dr. creacionista y su experimento maquinal en un cuerpo con órganos
aún vivos, retorna.
Cabe destacar el
trabajo sobre el lenguaje en la obra, y su importancia en la función narrativa:
la lengua educada y compleja de Rocco emplazada en cuerpo envejecido y
reprimido que lentamente se vuelto un autómata preso de sus propios vicios,
frente a un lenguaje corporal, animalizado en la figura joven y estridente de
Irving. Hay aquí, una batalla entre lo domado y lo salvaje, y la puja por el
control de lo último.
En Letal, el espacio escénico emulsiona y
modifica la obra. En esta temporada de funciones, se desarrolla en la sala
teatral del El Gato Viejo espacio del artista plástico Carlos Ragazzoni en la
zona de Retiro. El propio lugar en su materialidad concreta (residuos,
chatarra, óxido, polvo, insectos) y lo ambiental (los ruidos del tren, el
silbido de los aviones que ululan sobre Aeroparque), modifican la atmósfera
narrativa de la obra. Podemos imaginar que fuera de ese reducto casi clandestino,
sucio y mal iluminado dónde Rocco trabaja, que efectivamente se despliega una
coyuntura de convulsión y de humo surcando los cielos. La frialdad de los
materiales que constituyen la escenografía general, son preexistentes a la obra
y la tiñen inveriablemente, de una textura marginal y precaria: Rocco no
maquilla sus muertos en la asepsia brillante de un consultorio ni es acaso, un
profesional en la cumbre de su carrera.
En temporadas
anteriores la obra ha tomado lugar en el sótano de un edificio de oficinas, y
es su intención trasaladar la acción a diferentes espacios no convencionales.
Esta decisión
conlleva una reflexión de lo metateatral: qué es un espacio teatral, cómo y
cuándo este se figura como tal, cuáles son las condiciones para que haya poiesis.
También se
sospecha la pregunta sobre el teatro como el gran científico deforme y la obra,
su monstruo liberado.
En Letal, las
puertas del gabinete están abiertas y se cierran detrás de nuestro paso.
Ficha
técnico artística
Texto: Paola Traczuk
Actúan: Mateo De
Urquiza, Mauricio
Minetti
Vestuario: Lara J.
Cendoya Yussem
Escenografía: Lara J.
Cendoya Yussem
Diseño de luces: Lucas Coiro
Diseño sonoro: Ignacio
Sanchez
Comunicación:Javier García, Euge Tobal
Asistencia de escenografía:Gisela
Ranieri
Asistencia de vestuario:Gisela
Ranieri
Asistencia de dirección: Noelia Solmi
Producción: Javier García, Euge Tobal, Paola Traczuk
Dirección: Paola Traczuk
Web: https://www.facebook.com/letalteatro/
EL GATO VIEJO
Av. Del Libertador 405 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 15-6909-9372
Web: http://www.facebook.com/teatroelgatoviejo
Entrada: $ 200,00 - Viernes - 23:00 hs - Hasta el 26/05/201
Av. Del Libertador 405 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 15-6909-9372
Web: http://www.facebook.com/teatroelgatoviejo
Entrada: $ 200,00 - Viernes - 23:00 hs - Hasta el 26/05/201
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