lunes, 8 de agosto de 2016

Fuego cruzado. Pasión entre mujeres en Jugar con fuego de August Strindberg.
Por Valeria Arévalos

Una vez el propio Strindberg declaró que se había reconciliado con su esposa para poder terminar el libro que estaba escribiendo en contra de ella, una vez finalizado…la volvió a dejar. Esa mezcla de musa inspiradora y monstruo a destruír era la mujer para él. Misógino y polémico, este autor sueco reflejaba en sus obras la vida que llevaba. El amor-odio hacia las mujeres fue su motor.




Hoy, a ciento cuatro años de su fallecimiento, Rodrigo Mujico toma esta obra de August Strindberg y reformula por completo el rol femenino llevándolo de objeto del deseo a sujeto deseante. En esta adaptación de Jugar con fuego la acción estará en manos de cuatro mujeres: Kirsten, Elena, Adele y Alex. Una pareja, la amante de una de ellas, la amiga enamorada. En ese fuego cruzado de secretos gritados a voces se encenderá la pasión.


La puesta de Mujico es minimalista, utilizando solo algunos elementos que irán reconfigurando el espacio. La luz es delatora y el silencio ensordecedor. El público, a modo de tribunal, envolverá ese terreno pasional en donde cada mirada está al descubierto. El juego de tensiones se sostiene desde la actuación llegando al punto de percibir la quietud/inquietud del espectador, que, desde el silencio cómplice, espía ese fuego cruzado con olor a pérdida.

Ficha técnico artística
Clasificaciones: Teatro, Adultos

QUERIDA ELENA
Pi y Margall 1124 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4361-5040
Web: https://www.facebook.com/queridaelenateatro
Entrada: $ 150,00 - Domingo - 19:30 hs 


Simone vuelve a la vida. Sobre “La voluntad (Fragmentos para Simone Weil)”

Simone vuelve a la vida
Sobre “La voluntad (Fragmentos para Simone Weil)” de César Brie

Por Vivi Montes


            Simone Weil vivió entre los años 1909 y 1943. En La voluntad (fragmentos para Simone Weil), César Brie y Florencia Michalewicz la vuelven a traer a la vida, reviviendo sus sentimientos, su pensamiento, su obra y fundamentalmente, la enorme sensibilidad con que habitó este mundo. Simone, la que encontraba su lugar entre los desposeídos, entre los obreros, los enfermos, los soldados, la que veía al mundo con los ojos empapados de la mirada crítica que molesta a todo el arco político, de derecha a izquierda.

            En una puesta desbordante de afectos, emociones, pureza y de una aguda filosofía que no conoce de barreras, Simone vuelve a la vida. Con un texto hilado con tal belleza poética que conmueve todas las fibras del sentir humano, interpretado en escena magistralmente, con igual poesía en música, iluminación, movimientos e imágenes, con pocos pero absolutamente precisos objetos y elementos de vestuario, se crea la atmósfera propicia, colmada de dulzura, reflexiva y mágica en que Simone vuelve a la vida. Y en estos fragmentos que Brie dedica a Simone, pero también nos dedica a todos nosotros porque no hay figura más justa que esa mujer de cuerpo frágil pero ideales inquebrantables para enseñarnos a sufrir con los que sufren, a desconfiar de los opresores (que a veces se disfrazan de justicieros) y a luchar con los que luchan. La voluntad (fragmentos para Simone Weil) es una celebración del buen teatro, en todos los sentidos posibles.



 
Ficha artístico-técnica:

Texto y dirección: César Brie
Actúan: Florencia Michalewicz y César Brie
Producción en Argentina: Larisa Rivarola y Banfield Teatro Ensamble
Música: Pablo Brie
Escenografía y vestuario: Giancarlo Gentilucci
Fotos: Mariana Fossatti
Prensa: Simfin & Franco
Diseño Grágico Martín Bolaños

En El Galpón de Guevara
Funciones: viernes de agosto, sábado 6 de agosto y viernes 9 de septiembre a las 23hs.
Dirección: Guevara 326, Chacarita
Informes: 4554-9877

En Timbre 4
Funciones: martes 9, 16 y 23 de agosto, 20.30 hs.
Y los martes 13, 20 y 27 de septiembre, 20.30 hs.
Dirección: México 3554, Boedo
Informes: 4932-4395


En Centro Cultural Recoleta
Funciones: sábados 13, 20 y 27 de agosto,  19 hs.
Dirección: Junín 1930, Recoleta
Informes: 4803-1040


jueves, 4 de agosto de 2016

Mostrame tus miserias, mi amor. Sobre “Los que fueron a la fiesta. Opereta”

Mostrame tus miserias, mi amor
Sobre “Los que fueron a la fiesta. Opereta” de Sol Rodríguez Seoane

Por Gabriela Pignataro


¿Cuánto tiempo se guarda un secreto? ¿Hay simulacros convenientes? Una adolescencia compartida en tardes al sol en el club de barrio, un juego de recuerdos en contrapunto: los cuerpos que se desearon antes ahora están lejos y tocan otros besos. La nostalgia detenida, la melancolía de lo que no ocurrió, la lengua mordida de lo callado. El pasado es una gema que silencia su brillo con el polvo de los años y los caminos que se abren de las geografías compartidas donde planeó el deseo.

Pero algo agita el tintero y todas las partículas decantadas, que permanecían invisibles vuelve a la superficie, como cáscaras de algo que el agua se tragó y lo devuelve: una fiesta de casamiento, hace un agujero en las horas y la dimensión presente se pierde por un rato. Los fantasmas adolescentes retornan en cuerpos  afilados por el tiempo, el amor y el dinero.
El éxtasis del carnaval se hace presente, y no hay quien resista a perder el borde, a entregar sus máscaras en una danza  donde la pista de baile se convierte en un ring de boxeo. Eros y Tánatos, cachetada y  roce, trompada y apriete.

El simulacro de las apariencias se resquebraja, los trapitos al sol se cuelgan de noche en un tendal de romances y miserias. Los carneros y lobos quedan de frente y las mosquitas muertas zumban en torno. Encontrarse en esa maroma de recuerdos es un espejo peligroso para todos.


“Los que fueron a la fiesta” satiriza con estridencia y voluminosidad las relaciones humanas: la amistad, la hermandad, las exigencias de la vida de a dos, los proyectos, el éxito. Clava un dardo en las imágenes brillosas de una felicidad inmutable: esa postal de sonrisas de caras estiradas y miradas que quieren disparar como serpentina carioca.

La metaficción de las fiestas, la puesta en escena para una noche única y perfecta, que cabalga sobre un animal pesado y furioso.

Los actores manifiestan su plasticidad tanto dramática como musical: la obra es una caja de música de intensidades y  dramatismos, de personajes que se desmoronan y re-ordenan en otras fuerzas a lo largo de la misma, atravesados por las canciones que impactan por sus exquisita narratividad y no por ello menos atractivas y pegadizas.
La estereotipia de roles (la novia, el líder, la pasada) se deforma y devela un profundo conflicto seductor: nadie es lo que parece.

Hacia el final de la fiesta cuando la luz de la mañana, como osamenta al aire de una bestia atrapada, ilumina  los restos, se revela lo mejor: los rostros transpirados son un caos hermoso, como el amor.

Ficha técnico artística

PATIO DE ACTORES


Lerma 568 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4772-9732
Web: http://www.patiodeactores.com.ar






miércoles, 3 de agosto de 2016

El salto al vacío. Sobre Hacía Vía de Gustavo Cornillón y Germán Rodríguez

El salto al vacío
Sobre Hacía Vía de Gustavo Cornillón y Germán Rodríguez
Por Vivi Montes

            Saltar al vacío. Fantasear con saltar o simplemente saltar sin saber qué hay más allá. Saltar a las vías, estar en la vía, vivir en la vía. Una vía río, como el Aqueronte, luego el olvido, luego retornar. Ver estallar una vida ante nuestros ojos y no poder evitarlo, no poder salvar al Otro. La muerte es pérdida, indudablemente. Pierden los que quedan el calor de ese cuerpo viviente, el dióxido de carbono que ese cuerpo arroja al ambiente en cada expiración… y mucho más. Pierde el que se va, desde la sensación al morder el sándwich de miga hasta los afectos. ¿Calma su dolor? ¿Libera su mente de las preocupaciones que agobian, de la vida que asfixia?
            De todas estas preguntas, de esos sentimientos profundos de dolor, de desesperación, de incertidumbre está hecha Hacia Vía. Con la fragmentación propia de la memoria que recuerda y olvida en simultáneo, que es borrosa y equívoca. Con el incesante retorno del trauma. Volver una y otra vez al mismo lugar, intentando respuestas, intentando decir algo que los traiga de vuelta. La puesta de Hacia vía explora poéticamente un universo difícil, un mundo oscuro como un túnel del que algunos podrán salir y otros no, tornándose una obra de alto impacto en la que texto, actuaciones, escenografía e iluminación se funden en un equilibrio punzante que sumerge, salpica y enfrenta al espectador.


Ficha  artístico técnica:

Actúan: Marcelo Aruzzi, Camila Brecht, Melania Miñones, Germán Rodríguez, Maximiliano Rodríguez
Asistente de dirección: Martín Papi
Escenografía: Julieta Potenze
Vestuario: Maite Corona
Luces: Paula Fraga
Diseño coreográfico: Pedro Frías
Diseño gráfico: Nicolás Cutini
Producción ejecutiva: Miguel Ángel Ludueña
Dirección Germán Rodríguez

Martes 20:30hs.

Teatro del Abasto – Humahuaca 3549


lunes, 1 de agosto de 2016

El terror a la hoja en blanco. Sobre Los fantasmas de Florencio.
Por Valeria Arévalos

Crear e imaginar es maravilloso y lo mejor es que todos podemos hacerlo”

Noche plagada de sombras y sonidos misteriosos. Está a punto de cumplirse el plazo para que Florencio escriba una obra y, así, esquive la maldición del fantasma que pesa sobre ese teatro. Si la imaginación no acude a él, sus puertas cerrarán para siempre. Así comienza este infantil escrito y dirigido por Cristian Vélez. El grupo La pared invisible, tras once años de trabajar con el niño como espectador, entiende la sensibilidad infantil y la estimula en cada momento del relato.


La obra busca ahondar en el mundo de los sueños y de la creatividad, rompiendo con el mito que asocia al artista con el talento. En Los fantasmas de Florencio lo importante es atreverse a correr los propios límites. Así fue como los personajes de Misia y Pedro, dos chicos modernos que viven a través de su TabletCompuCeluPlay, irrumpen en la pesadilla de Florencio y le dan el material necesario para que este escriba su obra. Los chicos se enfrentarán a una serie de pruebas (Pensar, Sentir e Imaginar) y al no tener la ayuda de la tecnología deberán confiar en ellos mismos. Ellos solos (y juntos) van desplegando las palabras que conformarán la obra de Florencio y, a medida que superan las pruebas, van confiando más y más en sus propias habilidades y sentimientos.


Los fantasmas de Florencio es una creación que no subestima al público más pequeño y lo impacta con variedad de estímulos: desde canciones y coreografías, pasando por muñecos y dinámicos decorados, hasta imágenes proyectadas sobre la pantalla.


La puesta está a expensas de la diversión: ofreciendo movimientos y estrategias visuales: corridas, pelea de espadas y saltos; así como también los acerca tangencialmente a la obra de W Shakespeare representando en clave cómica la famosa escena del balcón de Romeo y Julieta.
Los fantasmas de Florencio seguirán haciendo de las suyas en cartel post vacaciones de invierno, los sábados y domingos de agosto a las 16hs.


Teatro Carlos Carella
Bartolomé Mitre 970
Entrada General: $80  
Reservas: 4345-2774 / cjvelez@hotmail.com

Ficha técnica:

Elenco (por orden de aparición):
Ezequiel Davidovsky (Florencio/ Duende-Esqueleto/ Fantasma)
Cristian Sabaz (Productor/ Zombi)
Mariano Falcón (Pedro/ Joven Chico)
Eleonora De Souza (Misia/ Joven Chica)
Cecilia Milsztein (Escenógrafa/ Bruja Hechicera)
Escenografía: Marco Gianni
Realización de títeres y diseño de vestuario: Elina García Garrido
Realización de vestuario: Marcela Di Tomaso
Maquillaje: Julieta Samamé
Diseño audiovisual: Pedro Palacios
Fotografía: Andrés Caffarena
Diseño de luces e iluminación: Fermín González
Maquinistas: Rodolfo Gómez, Gustavo Acosta y Diego Schultz
Prensa: Correydile
Composición musical: Daniel Santillán
Asistente de dirección: Martina Cribari
Dramaturgia y Dirección: Cristian Vélez.
Duración del espectáculo: 60 minutos


El fuego inextinguible. Sobre Negro animal tristeza de Anja Hilling.
Por Valeria Arévalos

Tenés un presentimiento. Pensás nada será como era antes, pero no estás seguro.”

El atropello irremediable del destino, ese instante preciso en donde lo que parecía alegre y cotidiano se torna insoportablemente siniestro. Ese revés que nos pone de cara con la muerte y su inevitabilidad. Seis adultos y una beba ingresan al bosque para pasar un momento juntos. No todos saldrán. Allí, entre los árboles, las pasiones encontradas encenderán la chispa que desate la tragedia. Los vínculos, al igual que sus ropas, luego sus pieles, se irán despellejando hasta convertirse sólo en el recuerdo de lo que alguna vez fue. Después del fuego, jirones. Después del fuego, sólo un amorfo animal ennegrecido y el vacío.



Negro animal tristeza de Anja Hilling nos enfrenta, desde un texto segmentado y duro, con el vacío que alberga la tristeza. Un relato, que empieza frío hasta consumirse en las llamas, nos conmueve con los despojos cenicientos sobrevivientes del caos. Los personajes se sumergen en la vacuidad que deja el dolor y nosotros, como espectadores, nos encontraremos más de una vez sofocando el llanto. En determinado momento, “a lo Brecht”, tendremos una escena distanciada que le aportará un humor negro necesario a la trama, dando un respiro en medio de tanta desolación.


El diseño escenográfico de Magalí Acha, en perfecto maridaje con las luces de José Binetti, recrea ese espacio bucólico devenido infernal. Grandes estructuras movibles irán poblando el escenario de agujeros y recovecos, por donde se filtrarán deseos y engaños, la vida y la muerte. A nivel estético se puede pensar en un espacio mapplethorpiano, enmarcado y sensual.


Los trabajos actorales fluyen dentro de una puesta delicada y, a la vez, profunda. Se nota la impronta que Carla Llopis (directora) trae de la danza. Cada paso de esta pieza irá en un in-crescendo sensible hacia la resolución final. Devenir que irá de la mano de Juan Pablo Martini, que no sólo interpreta la música de la obra en vivo, sino que ingresa por momentos a ese bosque en llamas aportando guiños de teatralidad.



Sin dudas Negro animal tristeza es una de esas obras que quedarán resonando en el alma más allá de las cuatro paredes del teatro. El pasado viernes finalizaron la primera temporada en Buenos Aires así que habrá que estar atentos esperando el regreso.

Ficha técnico artística




La cara oculta del dolor. Sobre Ya nadie nota tu dolor

La cara oculta del dolor
Sobre Ya nadie nota tu dolor de Andrés Binetti
Dirección: Binetti – Teuly

Por Vivi Montes

            Ya nadie nota tu dolor se autoproclama como una conferencia performática en la que siete actores trabajan con sus miedos y sus sueños. A partir de esta consigna construyen un relato que nos interpela desde la intimidad más despojada. Así se plantea la obra, y acorde al lenguaje de los sueños y del miedo el relato es fragmentario, una suma de momentos entre los que destacan “quiero vivir en una película” y “el acumulador de likes”. Jugando entre los polos actor y personaje e incorporando nuevos usos de las tecnologías como dispositivos integrantes de la escena en distintos niveles (como técnica por ejemplo), la obra se plantea como un desafío. Se trata de un juego con las reglas explícitamente cambiadas, los actores anuncian la libertad del espectador para dejar el celular prendido y atender mensajes o llamadas, lo autorizan a retirarse de la función si se encuentra a disgusto y proponen un pacto otro; los personajes no se fundan en la necesidad de crear empatía con el espectador, más bien hacen pie en el patetismo que supone bucear en los sentimientos más profundos, más ocultos. Sin embargo, la identificación de a ratos sucede y el ambiente que se crea en torno a esta conferencia performática es distendido, entretenido y por momentos se acerca a la íntima interpelación del espectador.
  


Ficha artística-técnica
Actores: Pascual Carcavallo, Tomás Coxe, Sofía Fernández, Natalia Godano, Tomás Landa, Tomás Pippo, Lucía Tirone 
Coreografía: Marcela Robbio 
Iluminación: José Binetti
Diseño Grafico y Fotografía: Bárbara Sansile
Prensa: Marisol Cambre
Producción: María Miguens
Dramaturgia: Andrés Binetti
Dirección: Andrés Binetti y Catalina Teuly

Sábados | 21.30 h. Patio de actores | Lerma 568 | CABA

En Facebook: Ya nadie nota tu dolor