miércoles, 29 de mayo de 2019


La manipulación como desencadenante de lo trágico
sobre “Anita o la tragedia de las partes” de Luis Longhi
por Gastón Czmuch

Luis Longhi, autor y director de la pieza, al hablarnos sobre el texto nos dice: “El arte es verdad, pero también es engaño. El teatro es convención, pero también es una trampa que aceptan deliberadamente cada una de las partes que conforman el rito. La manipulación, entonces, será parte del asunto. Manipulación consentida por un lado y tiránica por el otro”.



Aquí ingresamos al mundo de Ana. Allí ella espera, junto con Laura, poder poner en marcha un plan que vienen pensando juntas desde hace tiempo. Por momentos dudan una de la otra, si serán capaces de llevarlo todo hasta el final. Y en la tragedia, una vez iniciado, ya no hay manera de frenar el andamiaje. Es necesario llegar hasta las últimas consecuencias.

La pieza tiene un soporte inteligente en donde nada es lo que parece, y la construcción de la intriga parece una de esas muñecas rusas mamushkas.


Las actuaciones transitan por el registro de lo trágico. Los trabajos de Maia Francia (Anita), María Viau (Laura), Pablo Sórensen (Hugo) y Sebastián Politino (Juan) son muy buenos, y con su histrionismo despliegan una a una las capas de este entramado llevándonos de la risa al espanto.

La escenografía de Tomás González nos ambienta en esta casa en donde el devenir a lo fatídico es inevitable. En ese mismo camino, las pinturas que se exponen de Beatriz Provitina imprimen en un lenguaje lo siniestro se expresa. Además, un cuarteto de cuerdas nos acompaña en este viaje.

La obra se ofrece los sábados a las 18:00 en El Tinglado Teatro (Mario Bravo 948 – CABA)


Ficha técnico-artística:
Libro: Luis Longhi
Actúan: Maia Francia, Sebastián Politino, Pablo Sorensen, María Viau
Músicos: Esteban Fioroni, Valter Izzo, Luz Merlo, Nicolás Muñoz
Diseño de vestuario: Vanessa Giraldo
Diseño de escenografía: Vanessa Giraldo
Diseño de luces: Sebastián Irigo
Realización de escenografía: Tomás González
Música original: Juan Ignacio López
Operación técnica: Sebastián Crasso
Fotografía: Diego Murciego
Pinturas: Beatriz Provitina
Diseño gráfico: Marisol Acebedo
Asistencia de dirección: Dana Taicher
Prensa: Tehagolaprensa
Producción ejecutiva: Dana Taicher
Producción general: Bacs Producciones
Dirección musical: Juan Ignacio López
Dirección general: Luis Longhi


¿Cómo es la actuación en esta época donde se pulverizaron los grandes relatos?
sobre “80 de un minuto” de Rubén Sabadini
por Gastón Czmuch


Esta es una de las preguntas que atraviesan este material desde su inicio hasta el final. Y, como pregunta rectora, nos sirve no sólo como hilo conductor, sino que se intuye que también ha funcionado como cuestionamiento ordenador de los dispositivos escénicos y de los lenguajes plásticos y musicales expuestos en escena.



La dramaturgia planteada por Rubén Sabadini no conforma una historia lineal que respeta la estructura aristotélica, sino que se da de modo fragmentado y desordenado. Además, no existe idea de progresión o relación de causa y efecto entre las escenas. Son seres que se nos presentan, casi superpuestos unos con otros. Intervienen y operan en todas las partes en la que estalla esta fábula.

Las actuaciones de todos los intérpretes son inquietantes y es de destacar el trabajo físico de todos y cada uno de ellos, ya que parte de la construcción de estas diferentes historias – máquinas de sentido son (o se inician) desde una mecánica física.


El trabajo de Cecilia Zuvialde en el diseño de vestuario es impecable. Materializó en ellos la construcción de estos seres uniformados (constituyendo su igualdad y siendo empleados engranajes en esta maquinaria y de este sistema en el que vivimos), estableciendo un corrimiento incluso en la identidad de género (porque ni siquiera importa ya eso). El diseño de luces de Matías Sendón es pleno efectivo, deliberado a denunciar toda artificialidad en escena.

La obra se ofrece los jueves a las 21:00 en El Portón de Sánchez (Sánchez de Bustamante 1034 – CABA)


Ficha técnico-artística
Dramaturgia: Rubén Sabadini
Actúan: Marina Caracciolo, Federico Fernández Mardaráz, Cecilia Gil Mariño, Aldana Illán, Gabi Maiarú, Agostina Maldino, Poppy Murray, Mauro Telletxea, Lorena Damonte
Diseño sonoro: Tracks,"Me Heris" "Los Humanos" @gabimaiaru
Bateria y "Timbres Preparados + Técnica Extendida" @mavidam
Texturas y ambientes electronicos @kchi_homeless
Fotografia: Jetmir Idrizii

Músicos: Manuel Pérez Vizan
Diseño y realización de escenografía: Laura Cardoso
Diseño y realización de vestuario: Cecilia Zuvialde
Diseño de luces: Matías Sendón
Diseño De Sonido: Kchi Homeless
Asistencia de dirección: María Paula Lonegro
Producción Transmedia: María Paula Lonegro
Diseño de movimientos: Carla Di Grazia
Dirección: Rubén Sabadini y Carla Di Grazia


De Wagner y vidalitas
sobre “Tilcara no existe” de Raquel Albeniz
por Gastón Czmuch

En 1845 Domingo Faustino Sarmiento escribe, desde Chile, “Facundo o Civilización y Barbarie en las Pampas Argentinas”. Allí toma como referencia la vida de Juan Facundo Quiroga no sólo para hablar de él, sino para encarnizar en él la figura del caudillo y hablar de lo salvaje. Facundo representa lo autóctono, lo argentino; versus la ilustración que representaba lo venido de Europa y América del Norte.


La obra se centra en la historia de dos hermanas, Amparo y Angélica, dos hermanas paquetas y aristócratas que despiertan un día con raros síntomas: una de ellas gustosa de la música del altiplano, la otra con trenzas en sus cabellos que no paran de crecer. Ellas no pueden creer que les suceda esto, ellas tan altas. Aseveran que esto pasa porque su casa se ha plagado de domésticas norteñas, que con sus bailes y sus comidas han comenzado a invadir su espacio. Entonces, deciden no sólo encerrarse en su habitación sino, además, tapiarla y cantar Wagner.

El texto de Raquel Albeniz, en tono farsesco, ironiza sobre nosotros como sociedad que repele toda cultura latinoamericana y abraza la europea como alta, culta y llena de sabiduría. Esa idea de civilización y barbarie que sigue dando vueltas en nuestras cabezas, increíblemente casi dos siglos después.


Las actuaciones de Raquel Albeniz y Amancay Espíndola construyen estas hermanas desde el desparpajo, llevando ese conservadurismo al cuerpo, al movimiento y al habla.

La puesta de Alejo Sambán es asertiva, de mucha frescura y dinamismo, y haciendo crecer el filoso y corrosivo humor del texto.

La obra se ofrece los sábados a las 20:00 en el NoAvestruz Espacio de Cultura (Humboldt 1857 – CABA)


Ficha técnico-artística:
Dramaturgia: Raquel Albeniz
Actúan: Raquel Albeniz, Amancay Espíndola
Vestuario: Jennifer Sankovic
Escenografía: Vanessa Giraldo
Caracterización: Jennifer Sankovic
Diseño de luces: Ricardo Sica
Música original: Lautaro Cottet
Diseño gráfico: Manuela Vilas
Asistencia de dirección: Gilda Salto
Prensa: Kazeta Prensa
Dirección: Alejo Nicolás Sambán