lunes, 1 de agosto de 2016

El terror a la hoja en blanco. Sobre Los fantasmas de Florencio.
Por Valeria Arévalos

Crear e imaginar es maravilloso y lo mejor es que todos podemos hacerlo”

Noche plagada de sombras y sonidos misteriosos. Está a punto de cumplirse el plazo para que Florencio escriba una obra y, así, esquive la maldición del fantasma que pesa sobre ese teatro. Si la imaginación no acude a él, sus puertas cerrarán para siempre. Así comienza este infantil escrito y dirigido por Cristian Vélez. El grupo La pared invisible, tras once años de trabajar con el niño como espectador, entiende la sensibilidad infantil y la estimula en cada momento del relato.


La obra busca ahondar en el mundo de los sueños y de la creatividad, rompiendo con el mito que asocia al artista con el talento. En Los fantasmas de Florencio lo importante es atreverse a correr los propios límites. Así fue como los personajes de Misia y Pedro, dos chicos modernos que viven a través de su TabletCompuCeluPlay, irrumpen en la pesadilla de Florencio y le dan el material necesario para que este escriba su obra. Los chicos se enfrentarán a una serie de pruebas (Pensar, Sentir e Imaginar) y al no tener la ayuda de la tecnología deberán confiar en ellos mismos. Ellos solos (y juntos) van desplegando las palabras que conformarán la obra de Florencio y, a medida que superan las pruebas, van confiando más y más en sus propias habilidades y sentimientos.


Los fantasmas de Florencio es una creación que no subestima al público más pequeño y lo impacta con variedad de estímulos: desde canciones y coreografías, pasando por muñecos y dinámicos decorados, hasta imágenes proyectadas sobre la pantalla.


La puesta está a expensas de la diversión: ofreciendo movimientos y estrategias visuales: corridas, pelea de espadas y saltos; así como también los acerca tangencialmente a la obra de W Shakespeare representando en clave cómica la famosa escena del balcón de Romeo y Julieta.
Los fantasmas de Florencio seguirán haciendo de las suyas en cartel post vacaciones de invierno, los sábados y domingos de agosto a las 16hs.


Teatro Carlos Carella
Bartolomé Mitre 970
Entrada General: $80  
Reservas: 4345-2774 / cjvelez@hotmail.com

Ficha técnica:

Elenco (por orden de aparición):
Ezequiel Davidovsky (Florencio/ Duende-Esqueleto/ Fantasma)
Cristian Sabaz (Productor/ Zombi)
Mariano Falcón (Pedro/ Joven Chico)
Eleonora De Souza (Misia/ Joven Chica)
Cecilia Milsztein (Escenógrafa/ Bruja Hechicera)
Escenografía: Marco Gianni
Realización de títeres y diseño de vestuario: Elina García Garrido
Realización de vestuario: Marcela Di Tomaso
Maquillaje: Julieta Samamé
Diseño audiovisual: Pedro Palacios
Fotografía: Andrés Caffarena
Diseño de luces e iluminación: Fermín González
Maquinistas: Rodolfo Gómez, Gustavo Acosta y Diego Schultz
Prensa: Correydile
Composición musical: Daniel Santillán
Asistente de dirección: Martina Cribari
Dramaturgia y Dirección: Cristian Vélez.
Duración del espectáculo: 60 minutos


El fuego inextinguible. Sobre Negro animal tristeza de Anja Hilling.
Por Valeria Arévalos

Tenés un presentimiento. Pensás nada será como era antes, pero no estás seguro.”

El atropello irremediable del destino, ese instante preciso en donde lo que parecía alegre y cotidiano se torna insoportablemente siniestro. Ese revés que nos pone de cara con la muerte y su inevitabilidad. Seis adultos y una beba ingresan al bosque para pasar un momento juntos. No todos saldrán. Allí, entre los árboles, las pasiones encontradas encenderán la chispa que desate la tragedia. Los vínculos, al igual que sus ropas, luego sus pieles, se irán despellejando hasta convertirse sólo en el recuerdo de lo que alguna vez fue. Después del fuego, jirones. Después del fuego, sólo un amorfo animal ennegrecido y el vacío.



Negro animal tristeza de Anja Hilling nos enfrenta, desde un texto segmentado y duro, con el vacío que alberga la tristeza. Un relato, que empieza frío hasta consumirse en las llamas, nos conmueve con los despojos cenicientos sobrevivientes del caos. Los personajes se sumergen en la vacuidad que deja el dolor y nosotros, como espectadores, nos encontraremos más de una vez sofocando el llanto. En determinado momento, “a lo Brecht”, tendremos una escena distanciada que le aportará un humor negro necesario a la trama, dando un respiro en medio de tanta desolación.


El diseño escenográfico de Magalí Acha, en perfecto maridaje con las luces de José Binetti, recrea ese espacio bucólico devenido infernal. Grandes estructuras movibles irán poblando el escenario de agujeros y recovecos, por donde se filtrarán deseos y engaños, la vida y la muerte. A nivel estético se puede pensar en un espacio mapplethorpiano, enmarcado y sensual.


Los trabajos actorales fluyen dentro de una puesta delicada y, a la vez, profunda. Se nota la impronta que Carla Llopis (directora) trae de la danza. Cada paso de esta pieza irá en un in-crescendo sensible hacia la resolución final. Devenir que irá de la mano de Juan Pablo Martini, que no sólo interpreta la música de la obra en vivo, sino que ingresa por momentos a ese bosque en llamas aportando guiños de teatralidad.



Sin dudas Negro animal tristeza es una de esas obras que quedarán resonando en el alma más allá de las cuatro paredes del teatro. El pasado viernes finalizaron la primera temporada en Buenos Aires así que habrá que estar atentos esperando el regreso.

Ficha técnico artística




La cara oculta del dolor. Sobre Ya nadie nota tu dolor

La cara oculta del dolor
Sobre Ya nadie nota tu dolor de Andrés Binetti
Dirección: Binetti – Teuly

Por Vivi Montes

            Ya nadie nota tu dolor se autoproclama como una conferencia performática en la que siete actores trabajan con sus miedos y sus sueños. A partir de esta consigna construyen un relato que nos interpela desde la intimidad más despojada. Así se plantea la obra, y acorde al lenguaje de los sueños y del miedo el relato es fragmentario, una suma de momentos entre los que destacan “quiero vivir en una película” y “el acumulador de likes”. Jugando entre los polos actor y personaje e incorporando nuevos usos de las tecnologías como dispositivos integrantes de la escena en distintos niveles (como técnica por ejemplo), la obra se plantea como un desafío. Se trata de un juego con las reglas explícitamente cambiadas, los actores anuncian la libertad del espectador para dejar el celular prendido y atender mensajes o llamadas, lo autorizan a retirarse de la función si se encuentra a disgusto y proponen un pacto otro; los personajes no se fundan en la necesidad de crear empatía con el espectador, más bien hacen pie en el patetismo que supone bucear en los sentimientos más profundos, más ocultos. Sin embargo, la identificación de a ratos sucede y el ambiente que se crea en torno a esta conferencia performática es distendido, entretenido y por momentos se acerca a la íntima interpelación del espectador.
  


Ficha artística-técnica
Actores: Pascual Carcavallo, Tomás Coxe, Sofía Fernández, Natalia Godano, Tomás Landa, Tomás Pippo, Lucía Tirone 
Coreografía: Marcela Robbio 
Iluminación: José Binetti
Diseño Grafico y Fotografía: Bárbara Sansile
Prensa: Marisol Cambre
Producción: María Miguens
Dramaturgia: Andrés Binetti
Dirección: Andrés Binetti y Catalina Teuly

Sábados | 21.30 h. Patio de actores | Lerma 568 | CABA

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