El fuego inextinguible. Sobre
Negro animal tristeza de Anja Hilling.
Por Valeria Arévalos
“Tenés un presentimiento. Pensás nada será como
era antes, pero no estás seguro.”
El atropello irremediable del destino, ese instante preciso en donde lo
que parecía alegre y cotidiano se torna insoportablemente siniestro. Ese revés que
nos pone de cara con la muerte y su inevitabilidad. Seis adultos y una beba
ingresan al bosque para pasar un momento juntos. No todos saldrán. Allí, entre
los árboles, las pasiones encontradas encenderán la chispa que desate la
tragedia. Los vínculos, al igual que sus ropas, luego sus pieles, se irán
despellejando hasta convertirse sólo en el recuerdo de lo que alguna vez fue. Después
del fuego, jirones. Después del fuego, sólo un amorfo animal ennegrecido y el
vacío.
Negro animal tristeza de Anja Hilling nos enfrenta, desde un texto
segmentado y duro, con el vacío que alberga la tristeza. Un relato, que empieza
frío hasta consumirse en las llamas, nos conmueve con los despojos cenicientos sobrevivientes
del caos. Los personajes se sumergen en la vacuidad que deja el dolor y
nosotros, como espectadores, nos encontraremos más de una vez sofocando el
llanto. En determinado momento, “a lo Brecht”, tendremos una escena distanciada
que le aportará un humor negro necesario a la trama, dando un respiro en medio
de tanta desolación.
El diseño escenográfico de Magalí Acha, en perfecto maridaje con las
luces de José Binetti, recrea ese espacio bucólico devenido infernal. Grandes
estructuras movibles irán poblando el escenario de agujeros y recovecos, por
donde se filtrarán deseos y engaños, la vida y la muerte. A nivel estético se
puede pensar en un espacio mapplethorpiano,
enmarcado y sensual.
Los trabajos actorales fluyen dentro de una puesta delicada y, a la vez,
profunda. Se nota la impronta que Carla Llopis (directora) trae de la danza.
Cada paso de esta pieza irá en un in-crescendo
sensible hacia la resolución final. Devenir que irá de la mano de Juan Pablo
Martini, que no sólo interpreta la música de la obra en vivo, sino que ingresa
por momentos a ese bosque en llamas aportando guiños de teatralidad.
Sin dudas Negro animal tristeza
es una de esas obras que quedarán resonando en el alma más allá de las cuatro
paredes del teatro. El pasado viernes finalizaron la primera temporada en
Buenos Aires así que habrá que estar atentos esperando el regreso.
Ficha técnico
artística
Actúan: Carlos Donigian, Esteban Lamarque, Pablo Martínez, Pablo Ezequiel Martínez, Yanina Martino, Jorgelina Pérez, Javier Torres Dowdall
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