lunes, 8 de julio de 2019


Ese alguito que late en el pecho
sobre “El jolgorio de los Santos” de Alejandro Lifschitz
por Gastón Czmuch

En un pueblito rural mejicano, en un tiempo que podría ser este u otro anterior, estamos por asistir a los festejos del 2 de noviembre: el día de todos los muertos. Este pueblo, para conmemorarlo, organiza un concurso de altares entre las distintas vecindades que lo integran. Y allí es que nosotros estaremos junto con la vecindad del Pasaje: ellos no quieren participar para no volver a ser derrotados nuevamente por sus eternos contrincantes, los de la vecindad del Boulevard. Y hasta ya lo habían decidido, no tienen talento para volver a presentarse. Pero todo cambia cuando, mediante carteles pegados por todos lados, los ganadores se burlan y hieren el orgullo de nuestros protagonistas. Es así como, con la ayuda de un artista que ha regresado al pueblo, deciden participar una última vez para limpiar su honor.



La propuesta dramatúrgica es muy interesante, ya que detrás de la fábula aparece toda otra discusión, que no define plenamente… Como si el propio texto arrojara preguntas que se van instaurando nos hace pensar en cómo, en este momento post caída de los grandes relatos el arte ya habla de sí mismo olvidando otras conexiones ancestrales y rituálicas, quienes son los que juzgan a la obra de arte: un jurado de críticos, el público o el propio artista como hacedor único de su obra, y si es necesario que la obra siempre de cuenta de sí misma para poder instaurarse como tal hoy día. Y, aunque todo esto nos vaya interrogando a lo largo de la pieza, esta no pierde su pista, logrando un final lleno de ternura y emoción.


Las actuaciones acompañan el tránsito que hacemos como espectadores en este viaje, en este homenaje a nuestros seres queridos que ya no están, entre jolgorio, ternura y mezcalito. Se destaca fuertemente la presencia musical que ayuda a atinar con los climas de la obra.


 En su segunda temporada, la obra se ofrece los sábados a las 22:30 en Fandango Teatro (Luis Viale 108 – CABA)


Ficha técnico artística
Dramaturgia: Alejandro Lifschitz
Actúan: Juan Aráoz de Cea, Osvaldo Djeredjian, Ailín Hercolini, Alejandro Lifschitz, Olave Mendoza, Ariel Moldes, Álvaro Moya
Vestuario: Adela Diaz
Escenografía: Adela Diaz
Iluminación: Jessica Tortul
Fotografía: Daniel Watanabe
Diseño gráfico: Juan Aráoz De Cea
Prensa: Carolina Reznik
Dirección: Alejandro Lifschitz y Gustavo Slep


Noche de chicas
sobre “Todo fue agua” de Leo Azamor y Augusto Patané
por Gastón Czmuch

Mercedes, en medio de una licencia en su trabajo, decide reacondicionar el jardín de invierno de la casa de Elena, su madre. En una noche de tormenta, aparece en la casa Lucía, quien se presenta como una alumna de Mercedes y con la imperiosa necesidad de hacerle algunas preguntas. Entonces, Elena y Candela, hermana menor de Mercedes, insistirán en que la joven extraña se quede hasta que la temporal haya pasado. El agua arrasa y purifica. Nada será igual.


El texto de Leonardo Azamor y Augusto Patané es realmente efectivo, apelando a la intriga va jugando con la atención del espectador y haciendo crecer su interés para ver cómo se resolverá todo lo dispuesto en escena.  La dirección, a cargo del propio Azamor, dispone un espacio con pocos elementos pero que, a lo largo del devenir, van colaborando para que se desarrolle el campo poético de la pieza.

Las actuaciones tienen un nivel realmente muy parejo, y con su histrionismo ayudando a transitar los diferentes momentos de la pieza. María Colloca en su papel de la madre le aporta desenfado a ese rol, Sofía Nemirovsky mucha frescura y contrapunto de tensión a la historia que cuentan Julia Dorto y Franca Boletta.

Se destaca el trabajo en el diseño de vestuario a cargo de Lidia Navarro y el diseño de iluminación a cargo de Diego Becker.

En su segunda temporada, la obra se ofrece los jueves a las 21:00 en DelBorde Espacio Teatral (Chile 630 – CABA)


Ficha técnico-artística
Autoría: Leonardo Azamor, Augusto Patané
Actúan: Franca Boletta, María Colloca, Julia Dorto, Sofia Nemirovsky
Diseño de Vestuario: Lidia Navarro
Escenografía: Martín Córdoba
Diseño de luces: Diego Becker
Fotografía: Mariano Campetella
Diseño gráfico: Sabrina Lara
Dirección: Leonardo Azamor