lunes, 3 de noviembre de 2014

Ojalá de loco todos tuviéramos un poco...
por Valeria Arévalos


¿Quién es el loco?

¿Aquél que lucha contra todo y todos para hacer prevalecer la verdad o aquel que se sube a la calesita de la rutina, de lo dado, de lo naturalizado y deja que la vida siga, sin chistar?
La obra "El loco y la camisa" de la Compañía Banfield Teatral Ensamble nos hace partícipes de un día "normal" en la vida de una familia de zona sur. La puesta en escena invita/obliga al espectador a formar parte de esa realidad ya que nos ubica (dentro de lo propuesto en el Camarín de las Musas) en los laterales del escenario, que corresponderían a las paredes de ese hogar. Paredes que sostienen esa dinámica, esa realidad, ese sistema. Ya sea una propuesta planteada de antemano o una adaptación a las posibilidades del teatro (teniendo en cuenta que el espacio original de la obra es un departamento real), ésta decisión provoca en el espectador, en principio, una dicotomía emocional: pertenecer o no. Formar parte de esta locura.




En toda familia existen situaciones aptas para el relato y otras que es mejor mantener ocultas bajo la alfombra. En este caso, bajo la alfombra, se quiere ocultar a una persona, a un hermano, a un hijo...que, justamente, coincide con el ser más lúcido de esa casa. El personaje de Julián Paz Figueira, Beto, condensa todo aquello que se quiere ocultar: el hermano loco y la verdad sin filtros. Como todo aquello que se intenta censurar, con Beto irrumpe la verdad familiar, instantánea, ineludible, incómoda en medio de un discurso que intenta enmascarar una realidad otra, ficticia...quizás deseada por algunos de esos personajes, pero aceptada con resignación por otros.


Sin duda alguna, el logro gigantesco de esta obra se divide en dos ejes: el texto y las actuaciones. El texto, impecable, no abunda en golpes bajos ni en humoradas baratas; no hace falta. Relata la vida de una familia no tan atípica de clase media del conurbano sur: papás, hijo, hija, novio de la nena. Los conflictos que surgen no vienen de una lejana temática: violencia, abandono, apariencias, soledad... La genialidad del texto se refleja en los cuerpos de los actores. Todos ellos. Y léase bien, todos, están/existen en escena. Están en esos personajes a los que les dan vida con total pregnancia y fuerza logrando la emoción y la conmoción del público de principio a fin. A nivel personal considero que de ese gran grupo de actores se destacan los trabajos de Lide Uranga, en una madre compacta, contenida y sutil en sus transiciones, con momentos sublimes que hacen saltar las lágrimas hasta al espectador más reacio; y en el trabajo del "loco" Julián Paz Figueira....simplemente, chapeaux, pocas palabras podrían describir las emociones provocadas por su labor. Gran mérito del director! Texto y actuación, pilares del teatro. Aplausos para aquellos que hacen posible este hecho teatral, inspirador, emocionante y conmovedor.

Arriba los locos! arriba la verdad!


Este espectáculo formó parte del evento: Festival Zonal de Teatro para Adultos (Zona Conurbano) 2009
Este espectáculo formó parte del evento: I Festival de Artes Escénicas Buenos Aires Gran
Este espectáculo formó parte del evento: Festival Provincial de Teatro para Adultos 2009
Este espectáculo formó parte del evento: La Noche de los Teatros
Este espectáculo formó parte del evento: VII Festival Iberoamericano de teatro: CUMBRE DE LAS AMÉRICAS
Este espectáculo formó parte del evento: Festival Nacional de Teatro sobre Violencia de Género
Este espectáculo formó parte del evento: Teatro x la identidad 2014
Duración: 50 minutos
EL CAMARÍN DE LAS MUSAS
Mario Bravo 960 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4862-0655
Web: http://www.elcamarindelasmusas.com
Entrada: $ 140,00 / $ 85,00 - Domingo - 19:00 hs
Entrada: $ 140,00 / $ 85,00 - Viernes y Sábado - 21:00 hs 

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